miércoles, 12 de marzo de 2014

La presión social y las inversiones

A la hora de invertir, no todo son análisis, gráficos y balances. El inversor debe conocerse bien a sí mismo, ya que como decía Sun Tzu:

"Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas serás vencido".

Uno de los aspectos más importantes, también relacionado con el ciclo emocional del inversor que ya vimos aquí, es el llamado imperativo institucional, como bien lo denominó Benjamin Graham en su obra El inversor inteligente, que realmente no es más que la presión social que se ejerce en el proceso de toma de decisiones a la hora de invertir.

Graham se refería a él como la manera en que todos los analistas tienden a actuar como un rebaño, publicando recomendaciones en la misma dirección que el consenso, siendo muy difícil escapar de este. 




Esto tiene sentido, ya que si se equivocan recomendando por ejemplo comprar acciones de una determinada empresa, estarán haciendo lo mismo que todos y obviamente, si todos se equivocan no se puede culpar a uno solo y despedirlo. Sin embargo, aquellos osados que recomienden algo dispar a lo que dicta el consenso y se equivoquen en gran medida, probablemente no tengan que volver a la oficina al día siguiente.

Por terrible que esto pueda parecer es algo que ocurre a menudo, y si no os lo creéis simplemente tenéis que ver el caso de John Olson, el analista de Merrill Lynch que fue despedido por bajar la recomendación de Enron de Sobreponderar a Neutral, unos años antes de que esta supusiera una de las mayores quiebras y estafas de la historia. 

Si pensáis que esto solo afecta a tipos trajeados que trabajan para grandes bancos de inversión y casas de análisis estáis muy equivocados.

Gracias al estudio de la psicología se han realizado numerosos experimentos que demuestran lo fácil que todos caemos bajo la influencia de la presión social. Este experimento del ascensor, que muestra la teoría de conformidad de Asch me parece un buen ejemplo de lo que hablo.



O más claramente en el experimento inicial que Solomon Asch hizo a una serie de individuos que desconocían el propósito del experimento.


De esta manera se exageran las emociones de pánico y euforia, que de manera colectiva llevan a las cotizaciones a precios absurdamente bajos como en 2009 y ridículamente altos como en la burbuja puntocom.

Así que la próxima vez que toméis una decisión tratad de conoceros un poco mejor, para tener claro si estáis pensando de manera independiente o estáis bajo la presión social del mundo financiero y los medios, comprando acciones de moda o por recomendaciones de otros.

4 comentarios :

  1. Excelente post. Algo muy a tener en cuenta. La frase de Sun Tzu, imperativa. Poco que añadir.
    Un fuerte abrazo,

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  2. Hola Juanjo,

    Acabo de descubrir tu blog gracias a la referencia de Alecs de invertirenbolsa.info.

    Compruebo con alegría y satisfacción que este no es un blog de largoplacistas más, de los que en los últimos meses proliferan como setas.

    Ha sido muy bueno pasarse por aquí. Considérame tu nuevo lector.

    Saludos.

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    1. Gracias por el comentario y bienvenido.

      Me alegra que te guste el estilo del blog :)

      Un saludo!

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