domingo, 6 de octubre de 2013

Cómo invertir a largo plazo


Siguiendo con nuestra serie introductoria a la filosofía de inversión que seguirá el blog, supongo que si habéis llegado hasta aquí es porque os interesa esto de la inversión a largo plazo. 

Pues bien, tras haber decidido el por qué invertir (I, II y III), hoy quiero centrarme en un aspecto más concreto: el cómo invertir a largo plazo. Y es que dentro de cada horizonte temporal (corto, medio o largo plazo) existen distintas estrategias o filosofías de inversión.

Una de las estrategias más populares en nuestro caso es el Value Investing, o inversión de valor, introducida por Benjamin Graham en 1928 y que básicamente consiste en buscar a través del análisis fundamental, empresas que estén cotizando a un precio inferior al que debería ser su "valor intrínseco", precio justo o fair value. En resumen, que se encuentren infravaloradas en bolsa y se puedan adquirir con un descuento sobre el precio que nosotros creemos que debería tener.


Luego solo habría que esperar a que el mercado reconozca el verdadero valor de la compañía para empezar a vender nuestras acciones.

¿Por qué usar esta estrategia y no otra? Simplemente se debe a que es de las pocas que ha demostrado ser efectiva de manera consistente a lo largo del tiempo. Porque claro, hay muchas otras que buscan dar un pelotazo en cuestión de meses o días y conseguir un 1.000% en un rato. Que si tienes suerte y por ejemplo te topas con un caso de tipo Twitter, pues quizás hasta consigas una gran suma en un rato.

Como aquí no estamos para apostar a nuestra suerte, es mejor usar un método del que conocemos numerosos casos de inversores que a lo largo de su sus muchos años de carrera han conseguido una rentabilidad bastante superior a la del índice de referencia. Basta ver la tabla de abajo para comprobar que los mejores usaron esta filosofía de inversión. 


Y es que lograr esas rentabilidades año tras año creédme que es mejor que conseguir un 1.000% en un rato. Sobre todo si no dispones de un gran capital para comenzar. 

Ese es otro de los mejores aspectos de esta estrategia. Las compras de acciones se pueden ir haciendo poco a poco y no es necesario comenzar con una fortuna ni por supuesto, apalancarse (pedir dinero prestado). Si a esto añadimos el interés compuesto, el resultado puede ser una relación bastante fructuosa a largo plazo.

Como todo, es una estrategia que también tiene matices y detractores, algo que veremos en la próxima entrada.

2 comentarios :

  1. Magnífico blog. Estaré muy atento a tus entradas ya que me interesa mucho esta filosofía de inversión.
    Un fuerte abrazo,
    sumaysigue

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario, me alegro de que te guste.

      Un abrazo.

      Eliminar