Continuamos hablando del por qué invertir, en esta ocasión aclarando por qué elegir la inversión a largo a plazo frente a otras operativas.
Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras, así que me remito a un gráfico en el que se aprecia la rentabilidad de 1$ invertido en bolsa, bonos, letras, oro y en efectivo, en el año 1800 y su evolución hasta el 2002.
Simplemente matizar que todos aquellos que no hayan invertido en nada estarían perdiendo casi todo el poder adquisitivo a causa de la inflación, mientras que los que invirtieron en un índice de bolsa habrían conseguido un 6,9% de rendimiento medio anual que nos daría 1 millón de dolares actuales.
A partir de aquí podemos hacernos una idea de lo que se puede esperar como rendimiento anual a largo plazo si invirtiéramos en un índice y nos olvidáramos de él (gestión pasiva). Si ahora se compara con lo que han logrado algunos mejores inversores a largo plazo (gestión activa) podemos hacernos una idea todavía mejor de porqué usar esta estrategia.